sábado, 28 de agosto de 2010

DE LAS PALABRAS

Polvo serás más polvo enamorado


Porque para castigo* y sombra de las almas que algo dijeron toda palabra prevalecerá como signo o sonido, porque en ellas esta la dicha y el dolor, sus pequeñas felicidades temporales y la infinita miseria de lo que fue su carne, las furias, el miedo, el asombro.

Y es que perduraran por los tiempos como ecos atroces de fantasmas equivocados, repetirán los susurros de ternuras perdidas, o en desdibujadas líneas contendrán todos los sueños, y también, tristemente, la mera equivocación que cerró bruscamente esa puerta.

Y aun en el último Universo, aquel ya vacío e indolente, un mínimo roce, un insignificante estruendo, apenas un zumbido, en fin, un destello imperceptible de sus innumerables partículas girando sin sentido, convocaran en efímeros intervalos esa voz precisa o trazaran con sus frías trayectorias la terrible caligrafía de aquellas palabras.

Rastros serán, vestigios de cenizas desperdigadas, huellas de ya nadas que un día de ellas se dolieron, mas seguirán latiendo para siempre, como castigo y sombra de la mano que escribió o la boca que dijo. Vale.


* Bienaventurados los que no dijeron, porque poseerán no solo el olvido si no también un majestuoso silencio.

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