lunes, 5 de abril de 2010

DE CIERTAS FRASES

Leer, por lo pronto, es una actividad posterior a la de escribir.
Más resignada, más civil, mas intelectual.
Historia Universal de la Infamia. Jorge Luis Borges, 1935.


Afanoso leyente, he llegado a saber que hay ciertas frases que poseen una intensidad equivalente a arduas literaturas o a asombrosas cosmogonías. No esos meros abalorios de circo, que nos provocan un pequeño vértigo o una burda incomodidad:

Esta frase es falsa

ni a esas que nos asustan con su imponente belleza:

Todo estaba iluminado como a la espera de una Reina muerta (1)

o con sus terribles certezas:

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos (2)

No a esas, me refiero a otras aun más intensas, a aquellas que con cinco o seis* palabras nos dan una perspectiva del Universo absolutamente distinta:

Imagina que está bien equivocarse

Piense un minuto el lector la trascendencia que esta esconde...
Por favor, un minuto...
La escuché (no leí) no hace muchos días en una radioemisora de Frecuencia Modulada. Esta frase de cinco mínimas palabras, contiene una muy sugestiva invitación, nos da una ilimitada libertad para pecar, arriesgar, intentar, probar, jugar, nos quita el peso terrible de decidir lo correcto, de buscar para siempre la acaso inexistente verdad.
Pero cuidado, también contiene la semilla de una pavorosa posibilidad. Si, ingenuamente, cambiamos en ella apenas el tiempo de uno de sus verbos, agregamos una leve sílaba, la misma frase se convierte en una atroz pesadilla:

Imagina que estaba bien equivocarse

Creo no necesario pedir ya otro paciente minuto...
Entonces, por ese simple artilugio gramático, vemos con terror que es capaz de convertir (¿o convierte?) nuestro ya asumido pasado en una serie de decisiones triviales, simples azares intrascendentes. Todas esas decisiones que nos mortificaron y nos hundieron en la duda, con sus horas de vista fija en el vacío, con sus insomnios y sus desesperaciones, son ahora solo bifurcaciones inofensivas e indistinguibles, y la orgullosa maquinaria de la razón, a la que creímos recurrir para tomar el camino correcto, no es más que una herrumbrada veleta en lo alto de un campanario abandonado.
Las altas murallas, las pesadas y tristes cadenas de barco, los limites infranqueables, habrán sido ilusorias imágenes de nuestros íntimos miedos..., aquellos ocultos (y a veces oscuros) deseos habrían podido ser llanamente cumplidos.
Convengamos que hay ciertas frases que es preferible no conocer, y si por una mala coincidencia accedemos a su conocimiento, debemos evitar usarlas en inútiles (o siniestros) ejercicios de gramática elemental. Vale.


* Se de una de apenas tres palabras, pero creo que necesita de su contexto para declarar toda su violencia. La cito en el parrafo que la incluye:

“En el Crac de los Caballeros de Rodas, cuyas ruinas se levantan en un acantilado cerca de Trípoli, hay una tumba anónima que tiene la siguiente inscripción: “No era aquí”. No hay día en que no medite en estas palabras. Son tan claras y al mismo tiempo encierran todo el misterio que nos es dado soportar.” (3)

(1) Orlando. Virginia Woolf, Traduccion de Jorge Luis Borges. Sexta reimpresion en Pocket Edhasa, España, Octubre 1999.

(2) Verrá la morte e avrá i tuoi occhi. Poema, Cesare Pavese, En “Pavese”, traducción de María de la Luz Uribe, Editorial Baranova, Barcelona 1982.

(3) La Nieve del Almirante, Pág. 26, en Empresas y Tribulaciones de Maqroll el Gaviero. Siete Novelas. Alvaro Mutis. Editado por Santillana en el sello ALFAGUARA, 1995, Bogotá, Colombia.

1 comentario:

  1. Permítame felicitarlo. Muy buena nota. También permítame referirle algo respecto del tema: hace un tiempo vi una película de terror, la cual no me pareció tan buena. Una pareja en una casa y tres asesinos escondidos, mucho misterio, mucho terror psicológico. Sobre el final, los asesinos tienen atados a la pareja protagonista y se disponen a matarlos. Entonces uno de los condenados les pregunta: ¿Porqué nos hacen esto?
    "Por que sí" responde uno de los asesinos. Esa frase me pareció grandiosa. Pero lo mejor de toda la película, lo mejor que vi en muchas películas. Fuerte, sencilla, divertida, nefasta, terrible, irónica, espantosa. No sé, genial.
    Un abrazo.
    Lucas

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