viernes, 24 de junio de 2011

CONEXION

Enfrentado a los terrores del amor, esa casi continua percepción de una ausencia, de rostro definido y de voz reconocible, creo percibir otra vez la fisura* en la sensible envolvente del Universo Interior, por la que fluyen tenues y mágicas esencias desde la otra mitad del Universo, que con asombro intuyo, no es la Exterior. (1)


(1) Nota del Autor.- Según el ornitólogo heresiarca Ben al Rami (Mitología y Persecución de Helena. Libro XXVI, 1590), el Universo solo seria divisible en dos volúmenes concéntricos, uno limitado y vulnerable que se extiende desde la piel hacia adentro, y el otro mas vasto, acaso ilimitado, que comprende desde la piel hacia fuera.


Nota del Editor.- El físico ruso V.I.Rodogorov denomina a esta elemental cosmogonía “Modelo de Universo Autoreferente”, y en su texto ya clásico “Orígenes del Duelo” (Ediciones IVOROSKAYA, Moscú, 1963), la rebaja a una mera falacia verbal.


(*) Nota de Traductor.- El original usa el termino ‘hiatus’ termino latino que corresponde a; grieta, abertura, hendidura. Se ha preferido traducir como ‘fisura’ porque parece concordar más con el contexto.

martes, 21 de junio de 2011

PASION

La primera vez que la vi supe de inmediato que era la mujer que había buscado todos estos años. Desde ese día la esperaba a la bajada del ómnibus, la seguía oculto entre los otros transeúntes, hasta que llegaba a su casa en el barrio sur. Con los meses mi amor fue creciendo, convirtiéndose lentamente en una obsesión. La ansiedad por verla me hacia el día interminable. No me decidía a hablarle, sabia que no podría soportar su rechazo.

A veces sentía que de alguna manera la cuidaba, me sentía como un ángel protector. El barrio era peligroso, con sitios baldíos y callejones oscuros. Eran cinco cuadras y medias que yo recorría en silencio, a la distancia suficiente para que ella no notara mi presencia. No quería asustarla. Nunca le hablé ni me deje ver.

Ese día la espera en la parada del ómnibus fue mas larga que lo habitual. Ya era tarde, invierno, oscurecía temprano.

-Yo la amaba, señor juez- le dije

Pero hombre – me respondió – no entiende que lo más terrible de su crimen no fue el intento de violación, sino el haberla matado.

EL ANGEL

Subió en la estación Departamental, delgada, de cabello rubio color miel que le caía liso sobre los hombros, no era muy alta, con un rostro de rasgos suaves y una apariencia que tenía una suavidad y una delicadeza algo especial. Aunque era bonita, no llamo mayormente la atención de los hombres, que a esa hora de la mañana iban ensimismados en el periódico o en la expectativas, buenas o malas, del día.

Vestía un traje azul y llevaba una pequeña mochila como las estudiantes de secundaria, por lo que a primera vista lo parecía. Pero cuando uno se fijaba en los detalles se notaba claramente que no lo era. Me pareció singular esa apariencia engañosa.

Se ubico lejos de donde yo estaba, así que solo la mire un par de veces entre las tres estaciones siguientes. En Franklin ya apenas pude distinguir su pelo entre los otros pasajeros, me pareció mas claro y mas etéreo, incluso creí percibir una cierta luminosidad en su entorno que atribuí al juego caprichoso de las luces fluorescentes del vagón.

Al acercarme a la puerta en la próxima estación, mire hacia ella para observarla por última vez. Ahora que lo pienso no me asombró que ya casi se hubiera desvanecido. Solo quedaba una tenue línea del perfil de su rostro y una sutil fosforescencia donde había estado el cuello de su blusa.