jueves, 26 de febrero de 2009

CONFUSAS DIVAGACIONES INTERTEXTUALES


Una preferencia bien puede ser una superstición.

Sobre los clásicos, Jorge Luís Borges.


Entonces ella me dijo la candente mañana en que Beatriz Viterbo murió, y yo le dije me carga Borges, es un viejo maricón y fascista, un sostenedor de las dictaduras latinoamericanas, me dijo no me importa, me gusta el escritor, el creador de magia, el inventor de ese sueño de todos que es Beatriz Viterbo,...

Gabriela y su mito, D.O. Gaete


¿Porque siempre que exploro con la humilde sabiduría del que sabe que no sabe algún laberinto literario me encuentro ahí, en su centro, al viejo poeta ciego?, ¿será él el Minotauro que resguarda el texto total [1] en el centro mismo de la Biblioteca [2]?

Veamos un ejemplo reciente: Unos pocos días atrás leía un libro ajeno a mi circuito (Borges y García Márquez), se trata de Variaciones sobre la escritura de Roland Barthes [3]. Como es fama, Barthes es el fundador de la semiótica [4] en Francia junto a los intelectuales de la revista Tel Quel, sus obras como El imperio de los signos, La aventura semiológica, La cámara lúcida, S-Z, Lo obvio y lo obtuso o Literatura y sociedad, se han convertido, en referencias obligadas para cualquier estudioso tanto de la literatura como de cualquier otro lenguaje con afán estético.

El raro libro llego a mis manos gracias a mi hijo Diego, poeta de la nueva generación, quien lo compró en su viaje a Argentina donde fue invitado al Festival Latinoamericano de Poesía de Buenos Aires, Salida al Mar 2006.

Pues bien, algo sabia yo de Barthes, no mucho, solo que junto con Saussure, Derrida, Lacan, Althusser, la Kristeva, Mauthner, incluso Eco, era uno de los estudiosos reconocidos de la semiótica, disciplina que junto con el latín me hubiera encantado conocer y que ya no conoceré. Tomé entonces tal libro y me fui a mi bosque personal para asomarme a los misterios semióticos. Dos cosas me saltaron de inmediato a la cara, lo primero fue la certeza de mi ignorancia supina en tales temas, han habido hasta ahora (voy en la pagina 111 de 193) párrafos completos en que no he entendido nada, absolutamente nada, y eso que en ellos aparecen palabras mas o menos conocidas, solo que tienen (o toman) ahí un significado recóndito, codificado para felices iniciados y no para un diletante bien intencionado. Lo segundo fue la extrañeza de que en un texto sobre escritura no se mencione (hasta la pagina 111) ni una sola vez a Borges.

Ahora bien, en la citada pagina 111 leí el breve siguiente párrafo:

En suma, la escritura no es nada más que una resquebrajadura. Se trata de dividir, de surcar, de discontinuar una materia plana, papel, piel, placa de arcilla, muro. Así, en los tiempos muy antiguos de China, se empezaron a “leer”, con fines adivinatorios, las resquebrajaduras que el fuego producía en las escamas de las tortugas, o en las huellas de las patas de los pájaros sobre la arena. [5]

Nerudiano vicioso en mi juventud, de inmediato me vino a la memoria la imagen y los versos del grande Pablo [6]:

Para que tú me oigas

mis palabras

se adelgazan a veces

como las huellas de las gaviotas en las playas.

Tal obvia asociación despertó al abusivo reescritor que hay en mi y me dije, ­‘he acá una buena cita reescritural para un próximo PARADOXAS’. [7]

Bien, hoy comencé a escribir la presentación de la cita reescritural. Transcribí la cita de Barthes directo del libro. Pero al buscar vía Internet el poema de Neruda (ya es mas fácil y rápido que ir a los libros...) usé torpemente la secuencia de palabras “huellas aves arena” en el buscador Google, lo que me dio 104.000 referencias. Ninguna por supuesto del poema buscado. Al revisar, leí al final de los primeros 10 resultados lo siguiente:

Belén Gache Desde tiempos inmemoriales, el hombre se ha dedicado a descifrar signos intentando leer la dirección del vuelo de las aves, las huellas de los animales, ...

www.findelmundo.com.ar/belengache/macchilibro.htm - 43k - En caché - Páginas similares

Esa línea llamó mi atención y accedí al texto. Se trata del ensayo que recibió el Premio al Ensayo del Año otorgado por la Asociación Argentina de Críticos en 2002 [8]. Al entreleerlo di con este párrafo:

Carlo Ginzburg menciona en su libro Mitos, emblemas e indicios, que la invención de la escritura le había sido atribuida a un alto funcionario chino que había observado las huellas dejadas por un ave sobre la arena de una playa. Allí, este funcionario habría concebido el pictograma. En relación con la huella, el pictograma constituye ya un paso adelante en la abstracción intelectual.

Y a continuación:

El afán heurístico ha llevado al ser humano no solamente a leer los signos sino, así mismo, a crearlos. Muchos han remarcado la situación privilegiada que poseen en este sentido los poetas. Entre ellos, Jorge Luís Borges decía que el poeta, al articular inversiones de la organización sígnica, la disociaba del pensar y del saber. Famoso es, en este sentido, su estudio de las Kennigar o "nominaciones enigmáticas" de la poesía islandesa. Hacia el año 100 de nuestra era, los poetas islandeses se ocupaban de inventar nombres como "pez de la batalla" para referirse a la espada o "sangre de los peñascos" para referirse a los ríos. Estos nombres, decía Borges, poseen la capacidad de extrañarnos del mundo. Los procedimientos de los poetas tienen esta virtud: rescatan a los signos de su significación referencial, los desplazan devolviéndoles su poder creativo originario.

Ahí estaba Borges. Esta mención y eso de la ‘invención de la escritura’ por un ‘alto funcionario chino’ del párrafo anterior, me obligaron a entrar en sus laberintos. Recordé algún texto de Borges sobre como un emperador chino había definido los hexagramas del I Ching a partir de los dibujos en la caparazón de una tortuga. Ahora sé que no era así, la cita era doble, como un el jardín donde los senderos se bifurcan [9]. Recordaba muy bien el texto de Borges como una prosa;

En su capítulo segundo leí que uno de los cinco textos canónicos que Confucio editó es el Libro de los Cambios o I King, hecho de 64 hexagramas, que agotan las posibles combinaciones de seis líneas partidas o enteras.

...

Un emperador prehistórico los habría descubierto en la caparazón de una de las tortugas sagradas. [10]

Pero mi desgastada memoria no había conservado el quinto verso del poema La Trama incluido en el ultimo de sus libros;

Los hexagramas que un emperador descubrió en la caparazón de una de las tortugas sagradas.[11]

La verdad histórica es que la invención de la escritura china se atribuye a Fu-Shi, emperador legendario que vivió hace 5 milenios. El chino es un antiquísimo sistema de escritura y, lo que es más increíble, ha variado muy poco en sus miles de años de existencia. El texto más antiguo de escritura china proviene de la dinastía Shang (c. 1765-1122 antes de Cristo), y consiste en inscripciones adivinatorias hechas en huesos y caparazones de tortugas. Se escribía sobre el hueso de un animal o la concha de una tortuga, y se practicaba un orificio, que se calentaba hasta que irradiaban una serie de grietas. Los adivinos hallaban las respuestas a las preguntas que habían planteado al oráculo en el dibujo que formaban las grietas. [12]

Para cerrar el circulo, creo que las lecturas que los adivinos hacían de aquellas grietas debieron ser equivalentes especulares (leer / escribir) a la creación poética, según lo dicho por Borges: el poeta, al articular inversiones de la organización sígnica, la disocia del pensar y del saber, es decir posee la capacidad de extrañarnos del mundo[13].

De los epígrafes, debo aclarar que el primero surgió sin autor de la búsqueda de la cita sobre lo escrito en la caparazón de las tortugas, lo reconocí como borgeano, y lo ubiqué bibliográficamente sin buscarlo en el mismo texto de la referencia borgeana sobre el emperador chino que invento la escritura. El segundo, lo escribió un amigo poeta en un e-mail que me llegó ayer temprano en la mañana. Pero esas han de ser meras coincidencias.

Post data.- He concluido la lectura de las 193 paginas del libro de Barthes, solo en la pagina 154 se cita a Funes el memorioso[14], es decir Borges no esta citado pero sí implícito.

Notas bibliograficas.

[1]

También sabemos de otra superstición de aquel tiempo: la del Hombre del Libro. En algún anaquel de algún hexágono (razonaron los hombres) debe existir un libro que sea la cifra y el compendio perfecto de todos los demás: algún bibliotecario lo ha recorrido y es análogo a un dios. En el lenguaje de esta zona persisten aún vestigios del culto de ese funcionario remoto. Muchos peregrinaron en busca de Él. Durante un siglo fatigaron en vano los más diversos rumbos. ¿Cómo localizar el venerado hexágono secreto que lo hospedaba? Alguien propuso un método regresivo: Para localizar el libro A, consultar previamente un libro B que indique el sitio de A; para localizar el libro B, consultar previamente un libro C, y así hasta lo infinito... En aventuras de ésas, he prodigado y consumido mis años. No me parece inverosímil que en algún anaquel del universo haya un libro total; ruego a los dioses ignorados que un hombre - ¡uno solo, aunque sea, hace miles de años! - lo haya examinado y leído. Si el honor y la sabiduría y la felicidad no son para mí, que sean para otros. Que el cielo exista, aunque mi lugar sea el infierno. Que yo sea ultrajado y aniquilado, pero que en un instante, en un ser, Tu enorme Biblioteca se justifique.

LA BIBLIOTECA DE BABEL, Jorge Luis Borges, 19...

[2]

Afirman los impíos que el disparate es normal en la Biblioteca y que lo razonable (y aun la humilde y pura coherencia) es una casi milagrosa excepción. Hablan (lo sé) de «la Biblioteca febril, cuyos azarosos volúmenes corren el incesante albur de cambiarse en otros y que todo lo afirman, lo niegan y lo confunden como una divinidad que delira». Esas palabras que no sólo denuncian el desorden sino que lo ejemplifican también, notoriamente prueban su gusto pésimo y su desesperada ignorancia. En efecto, la Biblioteca incluye todas las estructuras verbales, todas las variaciones que permiten los veinticinco símbolos ortográficos, pero no un solo disparate absoluto. Inútil observar que el mejor volumen de los muchos hexágonos que administro se titula «Trueno peinado», y otro «El calambre de yeso» y otro «Axaxaxas mlo». Esas proposiciones, a primera vista incoherentes, sin duda son capaces de una justificación criptográfica o alegórica; esa justificación es verbal y, ex hypothesi, ya figura en la Biblioteca. No puedo combinar unos caracteres dhcmrlchtdj que la divina Biblioteca no haya previsto y que en alguna de sus lenguas secretas no encierren un terrible sentido. Nadie puede articular una sílaba que no esté llena de ternuras y de temores; que no sea en alguno de esos lenguajes el nombre poderoso de un dios. Hablar es incurrir en tautologías. Esta epístola inútil y palabrera ya existe en uno de los treinta volúmenes de los cinco anaqueles de uno de los incontables hexágonos, y también su refutación. (Un número n de lenguajes posibles usa el mismo vocabulario; en algunos, el símbolo biblioteca admite la correcta definición ubicuo y perdurable sistema de galerías hexagonales, pero biblioteca es pan o pirámide o cualquier otra cosa, y las siete palabras que la definen tienen otro valor. Tú, que me lees, ¿estás seguro de entender mi lenguaje?).

LA BIBLIOTECA DE BABEL, Jorge Luis Borges, 1949

[3]

Variaciones sobre la escritura. Roland Barthes, Paidós Comunicación 137, 1ª Edición en Argentina, 2003.

[4]

Hoy en día circulan varias definiciones de semiótica que, de hecho, corresponden a otros tantos proyectos, diversos entre sí.

Para Pierre (Collected Papers) semiótica es “la doctrina de la naturaleza esencial de las variedades fundamentales de toda posible semiosis”.

Para De Saussure (Curso), se trata de “una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social” a la que propone que se dé el nombre de “semiología”.

Para Erik Buyssens (La comunicación et l´articulación linguistique), en cambio, se trata del “estudio de los procesos de comunicación, es decir, de los medios utilizados para influir a los otros y reconocidos como tales por aquel a quien se quiere influir”, la llama semiología.

Mientras Ch. Morris (Signos, lenguaje y conducta) define la semiótica como una “doctrina comprehensiva de los signos”.

Para Umberto Eco “es una técina de investigación que explica de manera bastante exacta como funcionan la comunicación y la significación”.

[5]

Variaciones sobre la escritura. Roland Barthes, 1973, Texto para el Istituto Accademico di Roma, destinado a un libro colectivo sobre la comunicación que no se publicó.

En Variaciones sobre la escritura. Paidós Comunicación 137, 1ª Edición en Argentina, 2003.

[6]

POEMA 5

Para que tú me oigas

mis palabras

se adelgazan a veces

como las huellas de las gaviotas en las playas.

Collar, cascabel ebrio

para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.

Más que mías son tuyas.

Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan así por las paredes húmedas.

Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.

Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,

y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte

para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.

Huracanes de sueños aún a veces las tumban

Escuchas otras voces en mi voz dolorida.

Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.

Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.

Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.

Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito

para tus blancas manos, suaves como las uvas.

VEINTE POEMAS DE AMOR Y UNA CANCION DESESPERADA. Pablo Neruda, 1925

[7]

PARADOXAS. REVISTA VIRTUAL DE POESIA, fundada en 2003 por el autor de este articulo.

[8]

Jorge Macchi: el destino como principal sospechoso. Belén Gache

Ensayo realizado para el Centre Régional d'Art Contemporain, Montbéliard, Francia, 2001. Este ensayo ha recibido el Premio al Ensayo del Año otorgado por la Asociación Argentina de Críticos de Arte en noviembre de 2002

[9]

El jardín de senderos que se bifurcan. Jorge Luis Borges, 1941., y en Ficciones, 1944.

[10]

Sobre los clásicos. OTRAS INQUISICIONES, Jorge Luis Borges, 1960

[11]

LOS CONJURADOS. Jorge Luis Borges, 1985

LA TRAMA

Las migraciones que el historiador, guiado por las azarosas reliquias de la

cerámica y del bronce, trata de fijar en el mapa y que no comprendieron los

pueblos que las ejecutaron.

Las divinidades del alba que no han dejado ni un ídolo ni un símbolo.

El surco del arado de Caín.

El rocío en la hierba del Paraíso.

Los hexagramas que un emperador descubrió en la caparazón de una de las tortugas

sagradas.

Las aguas que no saben que son el Ganges.

El peso de una rosa en Persépolis.

El peso de una rosa en Bengala.

Los rostros que se puso una máscara que guarda una vitrina.

El nombre de la espada de Hengist.

El último sueño de Shakespeare.

La pluma que trazó la curiosa línea: He met the Nightmare and her name he told.

El primer espejo, el primer hexámetro.

Las páginas que leyó un hombre gris y que le revelaron que podía ser don

Quijote.

Un ocaso cuyo rojo perdura en un vaso de Creta.

Los juguetes de un niño que se llamaba Tiberio Graco.

El anillo de oro de Polícrates que el Hado rechazó.

No hay una sola de estas cosas perdidas que no proyecte ahora una larga sombra y

que no determine lo que haces hoy o lo que harás mañana.

[12]

Fuente: Fazzioli, Edoardo: Chinese calligraphy. From Pictogram to Ideogram: The History of 214 Essential Chinese/Japanese Characters, Calligraphy by Rebecca Hon Ko, Abbeville Press, 1987. Imagenes: www.ChinesePaintingsArt.com

[13]

El enigma en el seno mismo del signo.

El afán heurístico ha llevado al ser humano no solamente a leer los signos sino, así mismo, a crearlos. Muchos han remarcado la situación privilegiada que poseen en este sentido los poetas. Entre ellos, Jorge Luis Borges decía que el poeta, al articular inversiones de la organización sígnica, la disociaba del pensar y del saber. Famoso es, en este sentido, su estudio de las Kennigar o "nominaciones enigmáticas" de la poesía islandesa. Hacia el año 100 de nuestra era, los poetas islandeses se ocupaban de inventar nombres como "pez de la batalla" para referirse a la espada o "sangre de los peñascos" para referirse a los ríos. Estos nombres, decía Borges, poseen la capacidad de extrañarnos del mundo. Los procedimientos de los poetas tienen esta virtud: rescatan a los signos de su significación referencial, los desplazan devolviéndoles su poder creativo originario.

Jorge Macchi: el destino como principal sospechoso. Belén Gache, Ensayo realizado para el Centre Régional d'Art Contemporain, Montbéliard, Francia, 2001.

[14]

Funes El Memorioso. Jorge Luis Borges. Artificios, 1944, y en Ficciones, 1944.

miércoles, 25 de febrero de 2009

CHO SEUNG HUI, EL MAL ESCRITOR DEL HAN


(F.S.R.Banda, solo como mutilador y engarzador.)


Nació en Daehan Minguk, una de las Coreas, su familia vivía por ese tiempo en un apartamento de alquiler. El casero ha manifestado que no sabía lo que su padre hacía para ganarse la vida, pero confirmo que ellos tenían una vida pobre, que por eso habían emigrado, porque les era difícil vivir allí y que prefirieron vivir en un lugar en el que nadie les conociera.

A los ocho años le diagnosticaron el síndrome de Asperger, una variante leve del autismo. No obstante accedió a la universidad como estudiante de literatura inglesa.

Era una persona solitaria que apenas hablaba o lo hacía con frases cortas. Sus profesores de escritura y condiscípulos han dicho que sus trabajos escritos llevaban un tono violento. Estos últimos han confesado que le hacían burlas y lo trataban de forma rechazante.

Una estudiante dijo que el primer día de una clase de literatura, se hizo circular una lista de estudiantes; en lugar de su nombre y apellido, el sólo puso el símbolo «?». Otro confirmo que era un solitario, obsesivo con la violencia y que tenía serios problemas personales, aunque trataron de socializar con él no lo lograron: “parecía que no quería ser amigo de nadie”.

- "Hacíamos bromas en clase sobre su trabajo, porque era muy novelesco, muy surrealista, teníamos que reírnos". Dice Stephanie Derry, una compañera en las clases de escritura creativa.

- "No era un mal poeta, pero era intimidatorio". Asevera Nikki Giovanni, uno de sus profesores.

- "Le dejé claro que lo que escribía era inaceptable". Declara su profesora, Lucinda Roy.

Su nombre era Cho Seung-Hui, y el lunes 16 de abril del año recién pasado, a los 23 años, asesinó a 32 personas en el Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, en Blacksburg, Virginia, Estados Unidos. Luego cometió suicidio. Las palabras "Ismail Ax" fueron encontradas escritas en su brazo con tinta ocre, aunque otros aseveran que era tinta roja, tambien la nota que se encontró en su habitación iba firmada con el nombre de "Ismail Ax", o "Ismael hacha" en una traducción literal.

Circularon numerosas teorías sobre ese “Ismail Ax”, una de ellas se refiere a un pasaje del Corán, el libro sagrado del Islam, sobre Abraham y su hijo, asociando la masacre con el terrorismo islamista. Sin embargo, si bien Ismail es el nombre en árabe para Abraham, juega el mismo papel que en el cristianismo, el judaísmo o en el Islam.

En Abraham comienza la genealogía de Jesús que se hace en los Evangelios, ya que fue el primero de cuya familia se predijo que el Mesías iba a nacer. Ismael, por su parte, es ubicado como el cabeza de la genealogía del profeta Mahoma.

Por su parte, el hacha es una simbología importante en la religión musulmana, y está presente en un pasaje destacable del Corán. El patriarca Abraham entró al templo con un hacha y destruyó todas las estatuas, todas menos la más grande, donde dejó colgada de su cuello el hacha. Cuando las tropas de Nimrod lo apresan para juzgarlo, y le preguntan dónde estaba el hacha, él contesta que interroguen a la estatua mayor. Pero si es una estatua, no habla, le dice el tirano. Ven, retruca Abraham, adoran a un ser sin vida.

Otros arguyen que AX es una manera de referirse a una hermandad femenina universitaria, la Alpha Chi Omega, abriendo una línea de mera perversión sexual para los mismos hechos.

Alguien escribió por ahí (i) que Mishima (ii) y Cho Seung-Hui comparten (iii) el misterio, el ansia de revancha, el fetichismo, la estética de una violencia anhelada. Comparten el mismo anhelo roto respecto de la palabra, que nos les alcanza, que les queda corta a la hora de retratar demonios y traumas. Talvez la explicación es mas simple, (y menos trágica que triste), Cho Seung-Hui, mal escritor, no le quedó mas que concretizar en sus victimas el han (iv), ese vinculo ineludible con su tierra natal que heredó a través de la sangre ancestral de su madre. Vale.



Notas.-

(i) El Comelibros, Alvaro Bisama. Revista de Libros, en Artes y Letras, El Mercurio, Domingo 29 de abril de 2007.


(ii) Yukio Mishima, de verdadero nombre Kimitake Hiraoka, fue un escritor japonés nacido en Tokio el 14 de enero de 1925 y muerto el 25 de noviembre de 1970. Fue un escritor disciplinado y versátil. No solo escribió novelas, novelas de series populares, relatos y ensayos literarios, también obras muy aclamadas para el teatro Kabuki y versiones modernas de dramas tradicionales.

Su escritura le hizo adquirir fama internacional y un considerable seguimiento en Europa y América, y muchos de sus obras más famosas fueron traducidas al inglés.

Ese 25 de noviembre Mishima llevo a cabo su suicidio ritual (seppuku) en la oficina del comandante del Campamento Ichigaya - el cuartel general de Tokio del Comando oriental de las Fuerzas de autodefensa de Japon. Como es tradicion en el suicidio ritual escribio una composición de jisei, (un poema compuesto por uno mismo cuando se acerca la hora de su propia muerte), antes de su entrada en el cuartel .


(iii) También comparten una rara cercanía en sus fechas de nacimiento; Seung-Hui el 18 de enero de 1984, y Mishima el 14 de enero del 1925. Aunque quizás solo le extrañan a este mero mutilador, nacido el 13 de enero de 1950. Todos nacidos bajo el signo de Capricornio (v).


(iv) F. Joün des Longrais, un viajero, hombre de letras apasionado de Extremo Oriente dijo en 1927: "Los coreanos (...) son gente valiente, absorbida en una incierta, vaga búsqueda de ideas ancestrales, resignados sin goce a un duro trabajo. Un pueblo oprimido por no se sabe qué misterioso peso". Este pensamiento fue retomado por R.Teissier du Cros quien fuera embajador en Seúl entre 1975 y 1980. En su obra "Los coreanos" dice: "… existe en la psicología de su pueblo un sentimiento original que tiene el nombre de "Han" y que sería una disposición a la tristeza, una suerte de tristeza crónica. La tradición ha enseñado a los coreanos a tomar con energía la armonía entre el cielo, la tierra y el ser humano, a dominar sus instintos, sus pulsiones, todo lo que hace su personalidad, a reflotar una fuerza interior que aún hoy en día queda largamente sin uso. Es el resultado del "han".

Cho Dongil dice: (...) los sentimientos que se sostienen en la angustia se llaman "han", lamentación (...) practicando la literatura y el arte se elimina la lamentación y se alcanza el éxtasis.

Pak Hyung-Yung, escritor coreano que vive en Argentina, explica que "han" es "autoconfesión que expresa su rencor; escribiendo el "han" se alivia el corazón. Al sacar ese "han" se puede compartir y superar el sufrimiento". Según este escritor "han" significa etimológicamente, "en el corazón hay raíz".

La Dra. Lee Hee Kyung explica que según la etimología china, el ideograma "han" está compuesto por la raíz corazón y un carácter que es la combinación de ojo y de cuchillo en el sentido de "marca indeleble en el rincón del ojo" o "tatuado con la punta de un cuchillo". La definición etimológica sería pues "un trazo inefable, siempre vivo en el corazón".

Según la obra fundamental para la etimología de los caracteres chinos titulada "Shuo wen jie zi" ("Expresión de las grafías y explicación de las escrituras"), de Xu Shen, compilada en 121 d.C., el carácter chino correspondiente consta, a la izquierda, de un radical "corazón", que denota un concepto mental, emocional, o psicológico; y un elemento a la derecha sin valor conceptual sino meramente fonético, pues se trata de un carácter de "forma y sonido", según la clasificación clásica de la escritura china.


(v) CAPRICORNIO. Del 22 de diciembre al 19 de enero.

PERSONALIDAD: Los nativos de Capricornio se caracterizan por ser laboriosos, perseverantes, diplomáticos, distantes, solitarios, prudentes, responsables, ordenados, pacientes, reflexivos, conservadores.

DEFECTOS: Los Capricornio a veces pecan de desconfianza, crueldad, mezquindad, rigidez, dogmatismo.

COMO LLEVARSE BIEN CON UN CAPRICORNIO: Al tratar con Capricornio a veces hay que mantener las distancias y guardar las formas.



Fuente bibliografica principal.

El texto esta copiado, mutilado y engarzado, que no editado, de Wikipedia. La enciclopedia libre. En Google la búsqueda de ‘Cho Seung-hui’ da la no despreciable cifra de aproximadamente 617.000 entradas, considerando que nuestro Roberto Bolaño, (Santiago de Chile, 28 de abril de 1953 - Barcelona, 14 de julio, 2003), uno de los escritores más relevantes de la Latinoamérica actual, da solamente 589.000.


EL EXTRAÑO MANUSCRITO VOYNICH


(F.S.R.Banda, solo como mutilador.)


En ese temible volumen yace el misterio de los misterios.

Sir Walter Scott


El manuscrito Voynich es un misterioso libro ilustrado de contenidos desconocidos, escrito hace alrededor de quinientos años por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible. El libro lleva ese nombre por el especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, quien lo adquirió en 1912.

El libro posee alrededor de docientas cuarenta páginas de pergamino, con vacíos en la numeración de las mismas (la cual es aparentemente posterior al texto, quizá del siglo XVI), lo que sugiere que varias páginas se encontraban ya extraviadas al momento de su compra por Voynich. Se utilizó una pluma para escribir el texto y delinear las figuras, y pintura de colores (algo escabrosamente) para las figuras; según se puede apreciar, el texto es posterior a las figuras, ya que en numerosas ocasiones el texto aparece tocando el borde de las imágenes, algo que no ocurriría si éstas hubiesen sido añadidas a posteriori.

Las ilustraciones del manuscrito no aclaran los contenidos del texto pero denotan que el libro consta de seis "secciones", con diferente materia y estilo. Exceptuando la última sección, que contiene únicamente texto, casi la totalidad de las páginas contienen al menos una ilustración. Las secciones y sus nombres convencionales son: Herbario, Astronómica. Biológica, Cosmológica, Farmacéutica, y Recetas.

El texto fue claramente escrito de izquierda a derecha, con un desprolijo margen derecho. Las secciones más largas se encuentran partidas en párrafos, a menudo con "viñetas" en el margen izquierdo. No hay evidencia de signos de puntuación. El texto es fluido, como si el escriba entendiera lo que estaba escribiendo mientras lo hacía; el manuscrito no da la impresión de que cada carácter haya tenido que ser calculado antes de ser escrito en la página.

El texto consiste de más de ciento setenta mil glifos, normalmente separados unos de otros por pequeños espacios. La mayoría de los glifos están escritos con uno o dos trazos simples. Considerando que existen disputas sobre si ciertos glifos son distintos o no, se calcula que el alfabeto entero consta de entre veinte y treint glifos totales para casi todo el texto, con raras excepciones de algunas docenas de caracteres "extraños", encontrados una o dos veces en todo el texto.

Los espacios más anchos dividen el texto en alrededor de treinta y cinco "palabras" de longitud variada. Estas parecen seguir una cierta fonética o reglas ortográficas de cierto tipo; por ejemplo, algunos caracteres deben aparecer en cada palabra (como las vocales en el castellano), algunos caracteres nunca siguen a otros, algunos pueden ser dobles pero otros no.

Algunas palabras ocurren exclusivamente en ciertas secciones, o sólo en algunas páginas; otras son vistas en todo el manuscrito. Existen muy pocas repeticiones entre las miles de "leyendas" adjuntas a las ilustraciones. En la sección herbario, la primera palabra de cada página es vista solamente en esa página, pudiendo representar el nombre de la planta. Existen secuencias en las cuales la misma palabra común aparece hasta tres veces consecutivas.

Dado que actualmente el alfabeto del manuscrito Voynich no se asemeja a ningún tipo de escritura conocida, y siendo que el texto continúa sin ser descifrado; la única evidencia práctica de la edad y origen del libro son sus ilustraciones. En especial los atuendos y peinados de las figuras humanas y algunos castillos vistos en los diagramas. Todo es característicamente europeo y basado en esta evidencia, la mayoría de los expertos asignan el libro a la edad comprendida entre 1450 y 1520. Esta estimación es apoyada por otras pistas secundarias.

El primer dueño confirmado del manuscrito fue un cierto Georgius Barschius, un oscuro alquimista que vivió en Praga a comienzos del siglo XVII. Aparentemente Barschius se encontraba tan confundido con respecto al libro como nos encontramos en la actualidad. Tras enterarse de que Athanasius Kircher, un erudito jesuita del Collegio Romano, había publicado un diccionario de copto (etiopiano) y "descifrado" los jeroglíficos egipcios, envió una muestra del manuscrito Voynich a Kircher en dos ocasiones, pidiéndole pistas. Su carta a Kircher en 1639, recientemente hallada por René Zandbergen, es la mención más reciente del manuscrito que ha sido hallada hasta la fecha.

Tras la muerte de Barschius el manuscrito pasó a manos de su amigo Johannes Marcus Marci, en aquel entonces rector de la Universidad Charles de Praga, quien expéditamente envió el libro a Kircher, su amigo corresponsal. La carta de Marci (1665) se encuentra aún adjunta al manuscrito. En esta carta le ofrece el manuscrito para su descifrado y menciona que fue adquirido por el emperador Rodolfo II de Bohemia (1552-1612) por seiscientos ducados de oro. La carta luego menciona que en la corte de Rodolfo II se creía que el autor del manuscrito era Roger Bacon.

No se encuentran registros del libro en los siguientes docientos años, aunque muy probablemente fuera conservado, junto con la correspondencia de Kircher, en la librería del Collegio Romano, la actual Universidad Pontificia Gregoriana. Allí permaneció probablemente hasta que las tropas de Víctor Manuel II de Italia capturaron la ciudad en 1870 y se anexionaron los Estados Pontificios. De acuerdo con las investigaciones de Xavier Ceccaldi y otros, justo después de este acontecimiento muchos de los libros de la biblioteca de la universidad fueron transferidos precipitadamente a las bibliotecas personales de su facultad, donde quedaron exentos de la confiscación. La correspondencia de Kircher, incluyendo el manuscrito, se encontraba entre estos libros.

Parece ser que alrededor del año 1912 el Collegio Romano se encontraba en una situación económica precaria y decidió vender, discretamente, algunas de sus propiedades. Así fue cómo Wilfrid Voynich adquirió treinta manuscritos, entre ellos el que llevaría su nombre. En 1961, tras fallecer Voynich, su viuda vendió el libro a otro marchante de libros antiguos, llamado H. P. Kraus. No pudiendo encontrar un comprador, Kraus donó el manuscrito a la Universidad de Yale en 1969. Actualmente es el ítem MS 408 en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de esta universidad.

A lo largo de su existencia constatada, el manuscrito ha sido objeto de intensos estudios por numerosos criptógrafos profesionales y amateurs. Ninguno consiguió descifrar una sola palabra. Esta seguidilla de fracasos ha convertido al manuscrito en el Santo Grial de la criptografía histórica; pero ha alimentado también la teoría de que el libro no es más que un elaborado engaño, una secuencia de símbolos al azar sin sentido alguno.


Nota del mutilador.- Este texto sería fácilmente atribuible a Borges, a una mala traducción de Borges, si no fuera porque el tal manuscrito realmente existe en los vetustos anaqueles de Yale University Library. Y aun mas, puede leerse (mirarse, sensu strictus) fácilmente, pagina a pagina, en la Beinecke Digital Collection del sitio web:

http://beinecke.library.yale.edu/dl_crosscollex/SetsSearchExecXC.asp?srchtype=ITEM


Fuentes bibliograficas.

El texto esta copiado, mutilado y algo editado de Wikipedia. La enciclopedia libre:

http://es.wikipedia.org/wiki/Manuscrito_Voynich

Para mayor información sobre el tema, de las 331.000 entradas de GOOGLE para la palabra “VOYNICH”, me parece que la mas completa es el sitio oficial del libro El Manuscrito Voynich, de Marcelo Dos Santos:

http://manuscritovoynich.blogspot.com/


INICIAL


ACERCA DE UNA REVISTA POSIBLE (i)


La imagen que me acomoda de la Revista Cuatro y Medio es la de una revista para ser leída solo por un pequeño grupo de cultas y elegidas persona. Que el lector que recibe un ejemplar se considere incluido en un muy selecto y limitado clan. Una revista en que los que escriben en ella, con absoluta impunidad, y con toda la libertad necesaria, asuman una literatura elitista, apolítica, fuera de la realidad, no comprometida, una literatura que se escribe y se lee desde una aislada y altísima torre de marfil, y que es, esencialmente, un mero juego (inútil) de palabras bonitas.

Una revista en que su literatura tienda a ser, en la medida de lo posible, arcaica, barroca, rebuscada, que busque el asombro no la emoción, todo forma y nada de fondo, capaz de crear un Universo absolutamente diverso al Universo del escritor o del seleccionado lector. Una literatura lo mas alejada posible de la brutal realidad, de la miserable realidad. Una literatura que pretenda estar solo comprometida con la literatura, y a la que le basta, simplemente, con ser leída. Soy borgeano, para mi la literatura no requiere sentido, solo esplendores.

Y en este contexto buscar algo que le de una unidad al conjunto, una característica distintiva, que no sean solo poemas, ensayos, cuentos o notas, si no una representación de una idea, de una rebelión, de una tradición. Por ejemplo; una literatura que vuelva a los orígenes del español materno, una literatura que reviva las altas cumbres del Boom, una literatura que no use palabras extranjeras. Iniciar una defensa cultural del idioma español, demostrar que es suficiente, que con el podemos construir cualquier cosa pensada, soñada o elucubrada. Por ejemplo, ser autoreferentes, es decir hacer referencias a los 4½, personas , revista, historia…, en que cada numero incluya algunos nuevos trabajos y otros sean estudios, análisis, respuestas, criticas, etc. a lo publicado en los anteriores. Crear un Universo cerrado, cuyos limites sean las paginas de la revista. Por ejemplo, incluir el análisis poético de los poemas publicados, o múltiples variaciones de distintas voces sobre un mismo tema trascendente, o la reescritura de textos sagrados como el Quixote, o los de Góngora, Quevedo, San Juan de la Cruz, o la Historia de Chile de Encina en lenguaje poético o según el idioma del realismo fantástico. En fin, algo que de unidad y diferencia para distinguirse del todo externo, aunque sea por una mínima coherencia, un leve matiz, un sutil disfraz por ultimo.

Me gustaría, a partir de la revista y junto con mis amigos, crear un literatura, pequeña, local, mínima, humilde, de escasísimos lectores, pero que quede como el único aporte no egoísta que hice a este Universo frió e impersonal que nunca entendí. Que todo lo leído y lo escrito se justifique en eso: apenas unos textos perdidos en el tumulto de las grandes Literaturas, sabiendo eso si, que mover una piedra ya es un cambio en este mismo Universo sin sentido.

Mi posición es absolutamente borgeana, lo reconozco y me disculpo, pero, creo que así como todo texto tiene al menos alguna línea leíble y recordable, también creo que toda literatura, por limitada o desconocida que sea, tiene una explicación valida de la realidad, sea esta pensada, sentida o soñada.

F.S.R.Banda, mismo


(i) En Revista Cuatro y Medio N° 12, Octubre 2003


BIOGRAFIA


Fernán S. R. Banda (i), nació en el antiguo barrio Matadero, en el Santiago de Chile de 1950, y es de profesión Geólogo. Aunque escribe desde mediados de los ‘60, nunca ha publicado formalmente.

En 1986 obtuvo el Tercer Premio del 8° concurso de poesía del Grupo Salar de la Poesía, de Antofagasta. Varios de sus poemas fueron incluidos en la antología de Carlos Olivares, “Poetas de Antofagasta”, 1988. En 1972 fue uno de los fundadores de la revista filosófico-literaria Cuatro y Medio, y actualmente edita la revista virtual PARADOXAS. Fue también el fundador, ese ya mítico 1° de Marzo del 2002, del COLECTIVO MENARDIANO.

Ha publicado en pequeñas ediciones artesanales, el poemario “Textos Masoréticos”, 1985, y las prosas poéticas, “Breves Relaciones de Viajes a los Mares Interiores”, 1995.

En Internet circulan sus poemarios: “Solo Seremos Sombras”, 2000; “Orígenes del Duelo”, 2002; y “Manual de Arte Menor”, 2003. Y los textos de prosas poéticas: “Imaginería de las Reinas del Metro”, 1998; y “Brevario de Crónicas Secretas”, 2002.

Participa de manera mas o menos continua en varios grupos literarios de Internet. Sus muy notorias influencias poéticas y literarias son Borges, García Márquez y Neruda.

Actualmente, retirado de la vida activa, vive en La Cisterna, en el sector sur poniente de Santiago, donde disfruta de su afición a la ornitología, la botánica y la entomología en la quietud de su pequeño bosque personal.


(i) F.S.R.Banda es un seudónimo.


DECLARACION DE PRINCIPIOS


No, a mi me da igual. Me gusta gustar, pero no lo intento. No se puede escribir para gustar y mantener el éxito porque se pierde la libertad esencial de escribir lo que te de la gana. Esa cosa principesca del escritor que escribía a su aire, con cierta altivez y cierto desprecio. Ese es un modo de sabiduría. El escritor debe intentar gustarse a sí mismo y si al lector no le gusta, pues allá cada cual.
Luis Landero (i), escritor.



(i) Luis Landero, Ujier Honorario del Círculo Cultural Faroni nació en Alburquerque (Badajoz) el 25 de marzo de 1948 en una familia de campesinos que emigró a Madrid en 1960. Inicio y terminó sus estudios de Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid. Fue profesor ayudante en la sección de filología francesa de esta misma Universidad y profesor de lengua y literatura españolas en el Instituto Calderón de la Barca. En 1995 es contratado como profesor en la Universidad de Yale para impartir un curso de literatura española. En la actualidad, enseña literatura en la Escuela de Arte Dramático de Madrid.